Christian Ortíz y Arturo Salazar, representantes de la fundación "Coatepec Vive", establecieron en entrevista que están construyendo una iniciativa de trabajo para el desarrollo social de Coatepec.
Ambos profesionistas coatepecanos consideraron que esa relativa estabilidad de la participación y la estructura de la población rural contrasta con las transformaciones observadas durante el mismo periodo. Por ejemplo, las mujeres han ido asumiendo un rol cada vez más relevante en las actividades económicas. De hecho, actualmente las mujeres poseen 18% de los terrenos agrícolas, en comparación con el menos de 1% de hace treinta años.
En paralelo, se observan cambios en las actividades económicas que sustentan a los hogares rurales. Las actividades económicas no-agrícolas han ido incrementando su participación en los ingresos y en los empleos de las familias rurales. Asimismo, el encadenamiento de las actividades primarias con actividades de mayor valor agrega-do ha permitido a los trabajadores agrícolas vincularse a mercados laborales que ofrecen mejores remuneraciones. Y las remesas han pasado de ser la principal fuente de ingreso no laboral de los hogares rurales, a ser complementadas con pro-gramas productivos o de protección social que ofrecen una alternativa de ingreso ante eventuales shocks económicos.
A pesar de estos cambios, las familias rurales enfrentan desafíos estructurales. Por ejemplo, la pobreza sigue siendo más alta en las áreas rurales: seis de cada diez habitantes de zonas rurales eran considerados pobres en 2016, en contraste con los cuatro de cada diez en zonas urbanas. Por otro lado, los rendimientos por hectárea del maíz y frijol –dos de los principales cultivos cíclicos del país– han experimentado incrementos moderados en casi cuarenta años.
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