La Paz, Bolivia
Jueves 26 de Diciembre de 2019
El que el país de México haya intervenido en un conflicto político propio del Gobierno de Bolivia dando asilo al depuesto presidente Evo Morales y a miembros de su depuesto gabinete, ha ido acrecentando un conflicto que ya llamó la atención y generó preocupación en organismos internacionales.
Uno de los últimos capítulos de esta injerencia externa del país de México en las acciones político-gubernamentales de Bolivia se suscitó este periodo de festividades navideñas en que de pronto y sin previa advertencia, al menos un centenar de personas, muchas de ellas portando uniformes negros, cercaron la sede de la embajada de México ubicada en la avenida Julio Patiño No. 834, entre calles 14 y 15, de Calacoto en la Zona Sur de La Paz.
Éste cerco generó primero que México protestara ante la Corte Internacional por el acoso y se pronunciara desde su Secretaría de Relaciones Exteriores, pero el Gobierno Boliviano en voz de su presidenta interina Jeanine Áñez ha expresado que el país que intervino primero en el conflicto interno del país, fue México al haber brindado asilo político y facilitado incluso con un avión oficial para su traslado, al depuesto presidente Evo Morales y al haber abierto la puerta de ese país a un número de colaboradores del depuesto gobierno.
El cerco policiaco implementado presumiblemente por el actual Gobierno interino, pero que oficialmente no ha sido plenamente identificado, no ha generado ninguna acción operativa, pero la tensión en que trabaja la embajada se ha ido acrecentando.
Al respecto, la secretaria de Gobernación de México, Olga Sánchez Cordero, aseguró que no existe un rompimiento oficial con el gobierno de Bolivia, sin embargo, dijo que sí hay una tensión luego del hostigamiento por parte de las autoridades de ese país a la embajada de México.
En este sentido, señaló que por el momento sólo hay un reclamo internacional hacia Bolivia, puesto que, de acuerdo con la Convención de Viena, los ex funcionarios están en calidad de asilados y refugiados.
"No hemos roto relaciones con Bolivia hasta este momento, que pasará después no lo sé, pero si habrá una queja internacional (...) al actualizarse la convención de Viena, (ex funcionarios bolivianos) tienen la calidad de asilados y refugiados. Es un momento de tensión".
Comentó que espera que se disuelva la tensión y el gobierno boliviano reconozca la Convención de Viena, ya que los nueve ex funcionarios de Evo Morales están en territorio mexicano.
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