lunes, 15 de julio de 2019

REFLEXIONES

Héctor Hernández Parra


3ª. Calle Hernández y Hernández

Algunas situaciones que están prohibidas en la vía pública serán verificadas en todo tiempo  por los visitantes que lleguen a Coatepec. Algo pasa en las autoridades correspondientes que no manifiestan interés en vigilar y sancionar violaciones  al marco jurídico vigente, los ciudadanos continuaremos soportando aspectos diversos  cometidos por los intocables tales como Depositar objetos, de construcción o de cualquier índole.

Instalar boyas, topes, cadenas, plumas o cualquier objeto que afecte el tránsito, sin autorización, colocar objetos para apartar áreas de estacionamiento, SERÁN INFRACCIÓN GRAVE.

La indignante construcción de maceteros que impiden el libre tránsito en una entrada en el fraccionamiento La Mata, un pequeño grupo de particulares vuelven a las andadas y han patrocinado la violación a la reglamentación, primero fue una malla ahora tres macetones construidos para mofarse de las autoridades locales y su ineptitud para hacer cumplir y hacer guardar el libre tránsito.

Muy cerca un alero en una propiedad amenaza el andador del puente La Mata, en la calle Libertad, sobre la vía pública peatonal, las tejas caerán en cualquier momento, tal vez sobre alguna persona que necesita caminar por ahí, lamentablemente la cinta amarilla plástica no sea suficiente para resolver y garantizar  la inexistencia de peligro

Otro escándalo en medios de comunicación, otro tema, misma naturaleza, la legalidad ha sido lo ocurrido en el Puente La Granja, el permiso concedido por el INAH y el Ayuntamiento para derruir una sección de un muro que integrado como monumento histórico, es  una vía necesaria de tránsito colectivo en la calle 5 de mayo. La presión ciudadana ha desnudado la ligereza con la cual la interpretación de la norma confronta intereses opuestos, simplemente se pasaron por el arco del triunfo un Decreto Presidencial. Los involucrados en la barandilla

Otro hallazgo lamentable fue el derribo de la Biodiversidad en una propiedad privada cuya entrada se encuentra en la calle Centenario,  la intervención de la ciudadanía involucró tardíamente a los responsables de vigilar nuestro entorno natural. 

La buena fe de los coatepecanos nos había mantenido orgullosos de migrar del uso de plástico en bolsas y la  costumbre de usar unicel y popotes en el consumo de alimentos, un Pueblo Mágico con apremiantes problemas ambientales, donde no hemos aprendido a clasificar los desechos, no cabe duda que la visión empresarial tenía preparada la construcción de una plaza comercial que daría empleo a muchas personas en su construcción y operación, la dinámica de los negocios ya no contempla el bien común, el tejido social, la disponibilidad de agua, la cultura del descarte está más viva que nunca, la ética y el progreso viven una encarnizada guerra a muerte.

Correo electrónico hectorhernandezparra77@gmail.com

No hay comentarios: