EL DESEO DE LEGALIDAD…
Cómo no recordar aquella enseñanza en las aulas que desde la educación primaria y posteriormente la secundaria, donde se nos enseñó que tenemos un gobierno republicano, dicho sea representativo, y que contamos con una división de poderes llamados legislativo, ejecutivo y judicial, y que esta fórmula debe existir para evitar los abusos de poder, teniendo además un pacto federal, que obliga a respetar a las entidades federativas en su forma de gobernar, obviamente bajo el mismo sistema republicano, respetando la ley suprema llamada constitución política de los estados unidos mexicanos y aquí surge esa gran pregunta que actualmente nos embarga y hace sentir en una incertidumbre social, ¿se cumple con dichas premisas?.
Hoy, hay que mirar y observar cómo al parecer esa enseñanza se nos esta perdiendo o al parecer no la encontramos en una obscuridad soleada, ya que brilla esa ausencia de regulación de poder, no logramos entender a los actores públicos y políticos, los cuales nos hacen voltear y no solo leer, sino re leer nuestra carta magna, buscando siempre esa justificación del actuar de nuestros representantes sin encontrarla, escuchamos opiniones y a veces se juzga y prejuzga sin razón, aun sin conocer la complejidad y muchas veces lo simplicidad de la ley, se opina e incluso sin cuestionar nada solo por el simple hecho de caminar con la muchedumbre, salta a la memoria una frase memorial escondida en las entrañas de una obra celebre llama “El príncipe” cuyo autor de nombre Nicolas Maquiavelo, la cual dice: “””Los hombres, en general, juzgan más con los ojos que con las manos. Todos pueden ver, pero pocos tocar. Todos ven lo que pareces ser, pero pocos saben lo que eres; y estos pocos no se atreven a oponerse a la opinión de la mayoría, que se escuda detrás de la majestad del Estado”””, algo nos debe enseñar en sus atinadas letras plasmadas en el no muy lejano siglo XVI de nuestra era, y que los que saben se atrevan, no solo en la palabrería mediática sino en la base de la razón legal, empezando claro por hacerle ver a la sociedad en realidad cuales son los roles, derechos y obligaciones de cada actor publico y político, escuchar a un legislador exponiendo los motivos de la creación de una norma, y del porque se aprueban y para que deben ser los recursos otorgados a un gobernante, escuchar al administrador gubernamental buscando un bienestar social, y ver sin escuchar al ejecutor de la ley, cada uno en sus tareas siempre con la distancia debida e independencia normativa, se entiende que estamos lejos de esa obra clásica de platón llamada “Utopía”, buscando un estado justo y soberano, sin embargo no podemos dejar esa gran responsabilidad muchas veces al glorioso poder judicial federal, quien basado en esa cultura de legalidad y de los principios de independencia, imparcialidad, objetividad y profesionalismo, intentan en su engranaje enderezar lo que por ley le corresponde a otros.
Iniciara un nuevo año, el cual se vislumbra con una incertidumbre radiante, con un gran telón, esperando que los que saben se atrevan y logremos así a una armonía de paz social… lo sé, es un deseo aventurado y grandioso, pero dice ese dicho mexicano “pedir no empobrece dar es lo que aniquila”, muy feliz año 2022 y que dios nos acompañe.
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